Bueno, pues ya he visto uno de los tesoros que me encontré el otro día. Rabia, de David Cronenberg. Aviso que a partir de ahora puede que haya spoilers, avisados quedan si no han visto la peli. Amos a ver, ¿qué cineasta tiene los cojones de contarnos la historia de una piba que va por ahí con una polla con un pincho en la punta y que le sale del sobaco. Sí, han leído bien. A la chica le sale una especie de pene con aguijón en la punta, y no le sale de otro sitio que del sobaco. Y ¿cómo llega a éso? se preguntarán, claro.
Pues verán, la pobre se pega un piñazo con la moto, bueno ella y el novio que es el que conduce la moto o "amoto" como prefieran. Total que se pegan el piñazo con la "suerte" de que lo hacen cerca de la clínica estética Keloid. Si señores, una clínica estética en la que a la chica accidentada le hacen unos injertos de piel rarunos y al final termina la pobre con una picha que pincha saliéndole del sobaco. E incapaz de comer nada y obligada a alimentarse de sangre humana. Lo intenta con una vaca, lo de la sangre, digo, y nada, la sangre de vaca no le vale. Y encima todo aquél al que pincha con la picha sobaquera se convierte en un caníbal rabioso con espuma en la boca. Claro, la que lía la señorita es fina.
La señorita por cierto es la tristemente ya fallecida Marilyn Chambers, conocida por haber protagonizado la película de porno prehistórico Tras la puerta verde. No, no es de hombres primitivos, quiero decir que es una peli porno antigua, de antes de internet. Total que la chica va por ahí con su picha sobaquera pinchando a todos los chuloputas que se le acercan, porque claro, la chica, fea, lo que se dice fea, no es, así que tiene siempre un montón de moscardones al acecho, desde viejos granjeros hasta camioneros pasando por chulitos de centro comercial y pajeros de cine porno.
Vamos que la tía y su picha se ponen finas a chupar... sangre, no sean mal pensados. La pobre no puede evitarlo, está medio ida y tiene que alimentarse cada dos por tres y total, gilipollas alrededor no le faltan para comer así que ella, y su picha que pincha se ponen finas de sangre humana de chuloputas... Lo cual es un descojone para el espectador, claro, que ve cómo los campeones se acercan en plan machote alfa y ya se huele uno lo que les va a pasar a los muy imbéciles. Por otro lado, cada uno de estos moñas se pone rabioso y se dedica a ir mordiendo a la peña por ahí. Y a cada uno al que muerden se convierte en caníbal rabioso a su vez. La envidia que es muy mala. Afortunadamente mueren a las ocho horas así que como epidemia zombi es uno poco flojeras. Eso sí, la forma de atajarla es cojonuda. Un tío con un M16 subido en un camión de basura y dos operarios vestidos con gafitas y un condón gigante de color blanco de ésos que se ponen los médicos que se dedican a recoger a los rabiosos que mata el del fusil y echarlos al contenedor del camión. Y hala, a repartir camiones de basura por la ciudad. Más fácil y económico imposible. Señores políticos, tomen nota. No esperen, no me hagan caso, no vaya a ser que se lien a cargarse a quién no deben.
Total, una risa de peli, delirante y a veces un poco acojonante la verdad. Creo que Cronenberg es uno de los pocos que ha sacado el inicio de un brote zombi en un vagón de metro. Y acojona. Acojona mucho. A cualquiera que haya viajado en metro en hora punta se le ponen los pelos como escarpias al ver la escena. Resumiendo, una peli muy recomendable, chispeante, diría yo, como todas las pelis de Cronenberg. Si no la han visto, ya están tardando. Y ya saben... tengan cuidado cuando vayan a ligar... nunca se sabe y ¡por sus muertos!... no se acerquen a ninguna clínica estética...
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