Si es que estoy harto de decirlo, hay que volver a las cavernas, ni tecnología ni narices, hombre ya. Como estábamos en las cavernas no estaremos nunca más. Ea, a recolectar y cazar durante cuatro horas y el resto del día a retozar por ahí con Raquel Welch (eso sí, evitando las lagartijas gigantes y tal). Eso si que eran buenos tiempos. Aunque hoy en día hay tanto bestia con misiles, kalasnikovs y demás que a lo mejor consiguen que volvamos a la edad de piedra a base de bombazos... nunca se sabe. Seguramente pasará cuando yo ya sea viejo y esté hecho una mierda y lo único que pueda hacer es babear ante una jamona prehistórica. Eso si no es la jamona la que babea porque es caníbal y está deseando hincarme el diente. En fin, mejor no pensarlo.
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