lunes, 17 de mayo de 2021

España y la CULTURA...

En España la cultura se escribe con mayúsculas. CULTURA. Sí señor. Es algo excelso y magnífico, algo inalcanzable para el común de los mortales. CULTURA es una señora desnuda tirada en el suelo con un esqueleto encima. CULTURA es no saber si el extintor forma parte de la exposición o es para un incendio. CULTURA es un cuadro impactante que parece haber sido realizado haciendo vomitar a una cabra encima del lienzo. CULTURA es una película plomiza y aburrida sobre un señor que intenta beneficiarse a una sobrina porque se parece a su esposa fallecida. CULTURA es un señor enajenado encima de un pollino escuálido que ha asesinado a todos los héroes con sus tonterías. CULTURA es un pícaro sinvergüenza que le roba la faltriquera a ésos héroes fallecidos y les corta los dedos para robarle los anillos de oro. Ojalá se encuentre con el Daño de Isildur y le joda bien la vida. CULTURA son todos aquellos que se niegan a reconocer que trabajan en el entretenimiento y alardean de que ellos están haciendo ARTE, así, con mayúsculas. CULTURA. ¡Qué grande! Sin embargo los tebeos de Francisco Ibáñez con los que millones de españoles han aprendido a leer no son CULTURA. Ni las películas de hombres-lobo y vampiresas de Paul Naschy. Ni las de terror de Juan Piquer Simón. Ni los spaghetti westerns, por favor, ¿van a ser CULTURA unas películas “de tiritos”? Hombre, claro que no, faltaría más. 

Ni las novelas baratas de cualquier género denostado como la ciencia ficción o el terror. Y de la espada y brujería, “ése género para camioneros” mejor no hablar. Pues como decía aquél si la espada y brujería es un género de camioneros yo para ser feliz quiero un camión. No te jode. ¿Y cómo acaban los países en los que la CULTURA es así en mayúsculas? Pues llenos de incultos. De gente que no conoce ni su historia y por supuesto no sabe a donde coño va. Gente que ha huido de esa CULTURA inalcanzable y lejana, incomprensible. Gente a la que le han intentado inocular el vicio de leer con novelas de hace cuatrocientos años. Cuatro siglos, se dice pronto. Bueno, a mí una profesora me echó la bronca porque después de leerme para un trabajo del colegio “Yo, robot” de Isaac Asimov, que estaba en la lista de libros recomendados, intenté leerme “Soy leyenda” de Richard Matheson que naturalmente no estaba en la lista de libros “adecuados” y cuyo resumen le pareció un horror. Claro, es que salían vampiros. Ya ves tú, una novela que trata sobre la soledad y no está escrita por un autor latinoamericano. Y encima con vampiros. Nada, nada, eso no vale. Eso no es CULTURA. Porque usted lo diga. No me sirvió para el colegio pero aún así me la leí. Y leo desde entonces y no gracias a la dichosa lista de libros “adecuados”. Y luego cayeron “Conan de las islas” y “Una princesa de Marte”. Toma ya. 

 


Y la CULTURA os la podéis meter por donde amargan los pepinos. Hacedlo con público y a lo mejor os hacen una exposición en el MOMA. Y al hideputa del Lazarillo a ver si le pillan los Nâzgul con el Daño de Isildur encima. Que se lo va a pasar muy bien. Casi tanto como yo cuando hacía en el colegio dictados de su puto libro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario