martes, 31 de enero de 2017

Un infiltrado entre mis G.I. Joes


Hace como tres o cuatro semanas puse un twitter en el que decía que había tenido una nueva infiltración de G.I. Joes en mis estanterías. Los conseguí en la Feria de Juguetes de la Estación, en la que se puede uno topar con cosas muy curiosas. Pues bien, días después me puse a navegar por internet para conocer por lo menos el nombre de los fulanos que con tan malos modos se habían metido en mi mochila negra. Logré identificar a los dos de la izquierda, pero el fulano de la gorra y la barba no lo vi por ningún lado. Mirando con atención la figura vi que en una de sus piernas ponía "Lanard". Y Skynet/Internet, que en breve nos llenará el planeta de bombas nucleares, tuvo a bien aclararme quién era el tipo barbudo. Resulta que Lanard es una empresa radicada en Hong Kong que aprovechó la fama de los G.I. Joe para sacar sus propias figuras. Al principio eran un poco "jachondos" y se dedicaban a copiar algunas cosillas. De hecho intentaron que la gama de figuras se llamara Gung-Ho, pero debido a lo parecido que era a G.I. Joe pues al final acabaron llamándolos The CORPS!, así, como si gritaras. Sería gracioso acercarse a una de las tiendas de la feria y preguntarles: "Hola buenas, ¿tienen figuras de Lanard The CORPS!" pegando un grito al final. 


Así que lo que yo tenía no era un G.I. Joe sino un fulano de Lanard del "grupo de respuesta mundial The CORPS!" (Ustedes no lo oyen pero cada vez que lo escribo, lo grito, el vecino debe de estar flipando). A ver, chorradas aparte, el nombre del fulano es Large Sarge, algo así como Sargento Grande o el Sargento Tocho. Hombre, un parecido con Bud Spencer sí tiene. Y si le pones un puro pues es clavado a Fidel Castro.



 He de aclarar para los puristas que el arma que le he puesto no es el arma con la que se vendía. Tengo la mala costumbre de ponerle un arma a todas las figuras que compro y vienen sin arma. Más que nada por darles alguna defensa contra la lluvia de polvo que les va a caer. La metralleta es de los G.I. Joe creo. El amigo Sargento Tocho traía un bazoca y una mochila con proyectiles si no recuerdo mal.



Por lo visto los amigos de The CORPS! no están muy bien vistos entre los coleccionistas de pata negra de G.I. Joes. Naturalmente los que llegaron a jugar con ellos los quieren con locura. Personalmente me parecen un añadido perfecto para los G.I. Joe y una forma de ir teniendo más personajes. Algunos de los que sacó Lanard eran la leche, como por ejemplo el villano con parche y traje de nazi llamado Fox y que me ha recordado a Robert Duvall en Ha llegado el águila.


Si lo hubiera pillado de chaval hubiera sido el villano perfecto para mis soldados de Action Force. Si lo pillo de viejuno le echo las urpas en cuanto lo vea y será el villano perfecto para el polvo que se acumula en mis estanterías. 
Resumiendo, a veces las copias, plagios, homenajes y demás acaban siendo casi tan buenas como el original. Y en raras ocasiones hasta mejores.

lunes, 23 de enero de 2017

La Frikicuesta de enero

Cómo se nota la cuesta de enero. El otro día estuve en una tienda de cómics a hacer la ronda habitual. Llevaba un par de semanas sin aparecer por una y esperaba encontrarme novedades jugosas que asaltaran mis córneas. Pues bien, lo único que me llamó la atención lo suficiente como para echarlo a la saca fue ésto:


Anda que ya me vale ¿verdad? Ir a una tienda de cómics y que lo único que me interese sean dos libros de Güarhammer 40 y pico mil. Pues sí. Bueno miento, también compré dos cómics de Star Wars, de esos que te clavan 2,50 euritos y te meten al final tres o cuatro páginas de otro cómic a ver si picas. Que digo yo que se podrían ahorrar ésas paginitas y soplarme sólo 1,95. Y encima resulta que algunas páginas venían más negras que el culo de un grillo, vean, vean:


Ésto sí que es el lado oscuro... pero oscuro, oscuro... Vale, que tengo el tiquet... que lo puedo cambiar por otro en el que no hayan metido la gamba... pero la cosa ya me tocó un poco las narices. Sólo compro dos cómics, sobrepreciados, y resulta que uno de ellos está mal y el otro es un tostón. 



Me estoy arrastrando cual Jabba el Hutt para terminar la colección del puto Darth Vader, que creo que finaliza en el número 25 y resulta que en el 22 me encuentro ésto. Y piensa uno, Telly, ésto es una señal del cielo, mándalos a tomar por el culo ya en el 22 y que le den. Y bueno, la otra serie de Star Wars pues nada, siempre lo mismo. Ésto no son grapas, ésto es la banda de Curro Jiménez al completo sacando la faca y asaltándote en plena rúa...


Es triste que éstos fueran los únicos cómics que me pude llevar a la saca, pero es que últimamente hay demasiados tomos a cuarenta lereles. Y un tomo normalillo cuesta como poco 11 euros. Vamos que hoy entras en una tienda de cómics con 10 euros y las pasas putas para llevarte algo decente, algo con lo que te vayas para casa contento y feliz. Hagan un día la prueba. Con 10 euros te puedes llevar cuatro grapas de mierda de éstas de Star Wars en las que no te cuentan una mierda y que son como mucho 40 minutos de lectura entre todas. Al tomo ni llegas con los 10 euretes, a no ser que rebusques en las ofertas cual rata chepuda. Así que habrá que cambiar de caladeros. Ir a tiendas de segunda mano en las que te encuentras chollos como éstos:


 
Éstas dos maravillas me costaron dos euros cada una. Cuando te encuentras chollos así te vas para casa más contento que unas castañuelas, y no con cara de gilipollas como me fui yo con el jodío cómic de Star Wars. Está claro que estoy haciendo el canelo. Hay que cambiar de caladeros pero ya. Vamos a ver, si me puedo topar con libritos curiosos y con lectura a sólo un euro cómo éste:


O bien conozco sitios donde las películas no valen la friolera de 18 euretes sino que con ésos 10 euros que les digo te puedes llevar varias películas cojonudas y a precios muy razonables:


películas que me van a proporcionar una hora y media de entretenimiento tirando por lo bajo y que sólo me han costado un euro. Si lo comparo con la pasta que me dejo en las putas grapas, estoy haciendo el idiota. Es lo que hay que hacer, comparar el precio con el tiempo de ocio que te van a proporcionar. Los dos libros de Güarjammer 40 mil y pico me van a dar horas y horas de disfrute y los 20 euros más o menos que me costó cada uno merecen la pena porque me van a durar mínimo una semana o incluso dos. Pero ¿una grapa de mierda sobrepreciada a 2,50 euros que me voy a leer en 10 minutos? Ni de coña. No merece la pena, la verdad. Así que me parece que además de cambiar los caladeros voy a ver si me hago del club del Tomo, subsección Tomo en Oferta, que por lo menos ahí está la historia completa y algunos hasta me cuestan más baratos.