Consejo para usuarios de DVD

 Bueno, esta vez vengo con un consejo en lugar de con la habitual sarta de sapos, culebras y despotriques varios. Si son ustedes cavernícolas usuarios de DVD como yo esto que les voy a contar les habrá pasado en alguna ocasión. Hoy me inunda una vocación de servicio público que no he tenido en toda mi puta vida. Así que escuchadme con atención coleccionistas de DVDs, defensores del formato físico y demás luchadores por la libertad. A veces la película se para y se queda congelada la imagen así que tienes que sacar el disco y limpiarlo con un pañuelo de papel o con la camiseta. Luego lo vuelves a meter y la película sigue. Pero hay algunas cabronas que no siguen. Se quedan una y otra vez en la misma escena y no hay manera de que continúen.  Esto me había pasado con unas cuatro películas y la verdad es que era fuente de cabreo, más que nada porque eran películas que había comprado a su precio y no rebajadas. Vamos que me había gastado los dineros. ¿Y el consejo? Verán, un día me dió por pillar un trozo de algodón, empaparlo en alcohol de 96 grados del que venden en las farmacias y limpiar bien el DVD. Por la parte que lee el bicho, ojo, la dorada/plateada, no me sean pollinos que si le meten el alcohol a la otra le quitan la pegatina. Primero lo hice con Piratas del Caribe, el cofre del hombre muerto. 

Me estaba viendo todas las películas que tenía del golfo del Sparrow y se me quedó el ciclo a medias. Y me jodió mucho porque el Capitán Carapulpo me estaba cayendo muy bien. Así que probé con esa y funcionó. Hizo un amago de pararse en la escena en la que se paraba antes, una en la que están en el puerto de Tortuga, pero luego siguió sin problemas y pude ver la película entera y continuar con el ciclo. Luego recordé que Battlestar Galáctica la miniserie también me había dado guerra así que al ataque con el algodón empapado en alcohol y también funcionó. 

Así que ahora, además de estar viendo otra vez las tres temporadas de la serie que tengo (sí, me falta la cuarta, pero me la bufa) aquí estoy dándoles éste pequeño consejo. Seguramente ya se sabían el truco y llego tarde, pero los cavernícolas somos así. Además, no se quejen que hoy no he despotricado contra nada, creo. Ups, creo que la vocación de servicio público se me ha caído en el váter. Pues yo ahí no meto la mano. Mejor tiro de la cadena y a otra cosa...

Hala, hasta otra y cuídense...

Somos la noche... no, sois vampedorras...

 Estaba el otro día haciendo el nictálope aprovechando la ristra de días festivos del puente y me topé a las tantas de la noche con una película alemana de vampiros titulada Somos la noche (2010) de Dennis Gansel. Y si no la han visto ya les aviso de que a partir de aquí habitan los malignos spoilers. Si los spoilers se la sudan, sigan adelante. La verdad es que no está mal y se deja ver sin problemas. De hecho no me dormí viéndola ni nada pero hubo una línea de guión que me hizo mucha gracia. 

Verán resulta que la jefa de las vampiras, una rubia muy alta llamada Louise interpretada por Nina Hoss dice en un momento de la película que sólo hay vampiresas, unas cuarenta en Europa y unas cien en el resto del mundo. Y que tuvieron que matar a los vampiros machos ellas mismas porque eran muy escandalosos, glotones y llamaban mucho la atención. Vale, los vampiros machos eran prácticamente hooligans vandálicos del Atlético Vampiro Fútbol Club. Bien, puede ser hasta razonable. Sin embargo lo cachondo es que lo dice una señora que antes de esa escena le ha chupado la sangre a toda la tripulación de un avión privado junto a sus dos amigas. A una pobre azafata a la que no le ha chupado la sangre y que se ha refugiado en un retrete le rompe el cuello para que no hable.

 Y luego abren la compuerta en pleno vuelo y se tiran del avión dejando que éste se estrelle contra el suelo. Ea, discrección total oiga. Para más coña, a lo largo de la película, además de montar fiestuquis en lugares abandonados, matar a toda una banda de mafiosos rusos, robarles los coches, sobornar a un jureta para que les deje robar a cuatro manos en un centro comercial por la noche, la señora y sus secuaces se dedican a moverse por la ciudad en coches de lujo. 

Son tres vampiras y cada una lleva el suyo, claro, acada cual más llamativo que el anterior. Vamos que parece una procesión de Hot Wheels. Luego, les rastrea la policía hasta el hotel de lujo en el que viven por culpa de un coche que le han robado a uno de los mafiosos, un Lamborghini nada menos, y se monta la de Dios es Cristo con policías pegando tiros por todos lados, festín de sangre de antidisturbios y vampiresas en ropa interior comiéndose humanos a paletadas. Vampiresas ardiendo por culpa del sol así en plan Fallas de Valencia. Y luego va la buena señora, muy discreta ella, y se mete en una comisaría con una navaja barbera y se carga a todos los policías. 

Vamos que se hace un Terminator en toda regla. Y ésta es la discreta, la prudente, la cauta, la comedida. Y digo yo, ya tenían que ser burros los hooligans del Atlético Vampiro Fútbol Club para que tuvieran que matarlos a todos... Mi gente ya me dice que me fijo en cada cosa... Pero es que, joder, hasta Drácula era más discreto que ésta señora. De vez en cuando podían meterse los comentarios feminazis por donde les quepan, más que nada porque al final quedan un poco ridículos. A muchas (y muchos, que también los hay) se les cae la careta con éstas cosas. Te acabas dando cuenta de que el feminismo es igualdad pero el feminazismo consiste básicamente en pisarle la cabeza al hombre, dejarlo como bruto, zafio, tonto o inútil. Y tristemente veo que cada vez hay más de ésto último... Por cierto: ¡¡Hala Atlético Vampiro Fútbol Club!! ¡¡Éste años ganamos la Liga y la Champiñons!! Y el spoiler final. ¿Saben cómo termina la discreta Louise? Ardiendo cual chistorra al sol al igual que las otras dos vampedorras que la acompañaban. ¿Y la protagonista a la que han convertido? Se va con un tío al que tiene todas las trazas de acabar convirtiendo en vampiro. Toma ya... y que le den a las vampedorras...

Avalancha de portadas para enriquecer el cristalino

 Bueno, como últimamente les he estado torturando las córneas con mis chorradas voy a dejarles aquí una avalancha de portadas de cómics que suelo soltar en el twitter. Hay gente que ha descrito ésa red social como la "intranet de un manicomio". Yo la veo más como una especie de Coliseo romano lleno de gladiadores pegándose unos con otros a causa de la política, la última serie de moda, la Caca Fuerte de Mierdaset o algún otro tema parecido. Y entre ellos hay un gordo (yo) paseando un cartelón con una portada de cómic en alto. O de un libro o la foto de una figura de acción. Así que aquí se las dejo, y así quedarán en algún sitio si les da a los del pollo azul por borrarlas. Espero que les gusten.

El niño del exorcista...

 Bueno, en el post anterior eché sapos y culebras. Me suele pasar cuando hablo de Los últimos tolais. La verdad es que tengo muy preocupada a la familia, más que nada porque llevo dándoles la chapa desde que se perpetró la película. Cuando oigo o leo algo de ésa película me comienzo a transformar y me vuelvo como la niña de El exorcista, menos la pota de guisantes, que yo soy muy limpio. Pero el resto, todo. Bueno, casi, lo de la cabeza tampoco he podido hacerlo que tengo las cervicales delicadas. Empiezo a hablar raro, gruñir cual jabalí enfermo y a gritar "miiiraaaa lo que ha hecho la guaaarrraaaaa de Rian Johnsooooon". Espeluznante y aterrador. 

Así que si en el post anterior he ofendido a alguien, camareros, transexuales, Panteras Rosas, operadores de marionetas, gentes de las ONGs, matemáticos, triceratops enfermos y demás les pido perdón. Es superior a mis fuerzas. No puedo evitarlo. Tengo aquí abajo la medicina que me ha recomendado mi terapeuta, el Dr. Muerte. ¿Qué pasa? ¿es Doctor, no?

 

 

Pues eso que procuraré no soltar más exabruptos sobre esa puta mierda de película... perdón, sobre ése "largometraje" (largo sí se me hizo, la verdad...) Ea, ya estoy otra vez. Bueno, tendré que verme de nuevo El Imperio contraataca a ver si se me pasa.

Cuídense y sigan frikeando...

Subvertiendo que es gerundio

 A las buenas. Ya estamos otra vez por aquí. Veamos, imagínense que van ustedes a un bar (y en algunos sitios hay que imaginarlo de verdad de lo chungas que están las cosas) y le piden ustedes al camarero un bocadillo de jamón serrano y una cerveza. Pasado un tiempo viene el cachondo del camarero con una pizza con piña y un té de jengibre:

- Oiga, camarero, ésto no es lo que he pedido...

-Ya, pero es que yo soy artista ¿sabe usted? yo estoy aquí para subvertir las expectativas del cliente.

-Me parece bien, pero ésto se lo lleva usted y me trae lo que le he pedido.

-Hombre, no sea usted fascista, machista (introducir aquí el -ista que ustedes prefieran...). Hay que ver la oscuridad que tiene usted en su interior. Lo que le he traído favorece la diversidad, el empoderamiento (se supone que de las mujeres, pero en realidad de políticos jetas de toda clase y condición, miembros de ONGs y demás apesebrad@s del chiringuito correspondiente) y además supone un apoyo a las nuevas masculinidades...

Ya ahí es cuando se forma el pitote y procuras montar la de King Kong tratando de salir por piernas sin pagar y antes de que venga la policía, deseando eso sí que la próxima vez que el camarero se vaya de putas le toque un transexual con más rabo que la Pantera Rosa que le subvierta las expectativas pero a base de bien...

Y por eso prefiero a los artesanos y no a los putos artistas. Por cierto,  lo de la oscuridad interior y lo de subvertir las expectativas se lo contestó en Skynet el amigo Frank Oz (el tipo que le mete la mano por el culo a Yoda) a un fan de Star Wars que le mandó un mensaje a Rian Johnson diciendo que debería pedir perdón por Los últimos julais. Craso error por parte del fan, con la escoria no se comunica uno. Ya sé que prometí que no volvería a hablar de esa basura infecta, la puta mierda más gorda que he visto yo en cine desde el zurullo impresionante que dejaba el triceratops enfermo de Parque Jurásico pero es que el otro día volvía a haber polémica en twitter con la dichosa película y era curioso ver cómo algunos que la defendían alegaban que los guiones de las otras películas de Star Wars eran flojos, curiosos fans de la saga son ésos... Luego serán los mismos que se quejan de que en The Mandalorian la armadura de Bo Katan tiene senos (perdón, pechos, senos es para los matemáticos)... Se nota que no han visto The Clone Wars... Anda que si no fuera por The Mandalorian ya habría mandado a la mierda a Star Wars hace mucho. De hecho, a día de hoy, todavía no he visto el Episodio IX, sí, la del Ascensor de Skywalker... Sin embargo sí he visto la primera temporada de The Mandalorian, mira tú qué curioso... Bueno, no les torturo más...
¡¡¡PROSIT!!! Y tengan cuidado no les vayan a subvertir nada...