Una vez más Star Trek anticipa el futuro, las tablets, los móviles, y ahora también el penoso estado de la cultura occidental. Si no han visto el episodio y no quieren destripárselo NO LEAN A PARTIR DE AQUÍ. Si se la suda y se quieren echar unas risas, pasen, pasen... Verán, el episodio va de que el doctor holográfico de la nave decide crearse una familia en la holocubierta. Y es una familia muy guay, sus hijos se pegan por despedirle cuando va al trabajo, su mujer es alegre, simpática, cariñosa... Vamos que la familia es de puta madre. Y el hombre comete un craso error, muy habitual por otra parte entre los machos de la especie humana. Invita a cenar a un par de sus compañeras de trabajo para que conozcan a su familia Y LE DEN SU OPINIÓN SOBRE ELLA (ése es el error, lo digo para los manginazis despistados)...
Las invitadas son la alienígena Kes y la ingeniera B'Lanna Torres, la "Scotty" de la serie que además es medio klingon medio humana. Aunque a partir de ahora la llamaremos la Charoklingon, porque a la tal Kes la familia del doctor le parece de puta madre y le da igual, pero a la Charoklingon... Ay, amigos, a la Charoklingon no le gusta un pelo. Dice que no es real, que da asco y se cabrea y agua la fiesta. Habitual en una Charo y más aún en una Charoklingon.
La Charoklingon es borde hasta con los Borg...
Total que al final el Doctor comete un segundo error. Deja que la Charoklingon haga unas modificaciones en el programa familiar del galeno holográfico. Y qué obtiene ése buen hombre, prócer de la medicina y luz del Cuadrante Delta. Pues un hijo que se quiere unir a una banda juvenil klingon, una mujer que pasa de él y prefiere irse a unas reuniones de lectura con las marujas pedorras de sus amigas y una hija que aún le quiere pero que se dedica a jugar a un deporte muy peligroso de Star Trek, llamado Parrises Squares o algo así, un juego muy bestia que ya practicaba el amigo Worf en Star Trek: La nueva generación.
Total que con los cambios de la Charoklingon al final la niña se lleva un piñazo monumental en el juego y se queda con el cerebro hecho papilla. Y al final termina muriendo, dejándole un mal sabor de boca no sólo al Doctor, lo que no importa mucho porque al fin y al cabo es holográfico, sino también de rebote al espectador. Y luego hay una historia paralela en la que el planchabragas del Tom Paris, que acabará liado más adelante en la serie, creo, con la Charoklingon (hay que tener estómago para aguantar a ésa señora) se dedica a meterse en un subuniverso o algo así. Y de paso tiene tiempo para recomendarle al Doctor que no anule el programa de su familia y siga con él hasta el final. Y el final es que la niña casca, pero el óbito une a la familia. Qué bonito, joder. Me cago en sus putas muelas. Así que el pobre Doctor tenía su programa holográfico de puta madre y vino una Charoklingon y se lo jodió pero a base de bien. Subvertiendo expectativas y tal. Lo que más disfrutan los entes socavadores. Hay otro capítulo en el que el Doctor se va poniendo nombres de personajes de la historia, Mozart, Van Gogh... La próxima vez que la Charoklingon entrara por la puerta de la enfermería el Doctor tenía que hacerse llamar Mengele.. ¡y a practicar experimentos!. En fin, pero vamos que Star Trek, siempre anticipando el futuro...
