miércoles, 21 de diciembre de 2016

De compras en una librería

Da gusto ir a una librería, pero más gusto da ir a una de libros de segunda mano. Por el precio, porque no sabes lo que te puedes encontrar y porque lo más divertido es rebuscan entre las estanterías. El otro día estuve en una con unos colegas y mi saca de hobbit saqueador tenía varios librillos curiosos y baratos en su interior cuando salimos de allí. Lo de saqueador es de coña, que los pagué todos escrupulosamente cual Lannister putero. El primero que pillé fue éste de aquí abajo:

La biografía de un francotirador yanqui en la guerra de Vietnam. Hala, Telly, eres un reaccionario, dirán los más buenistas, ¿cómo puedes leer esas cosas? Veamos, de chaval me jarté de ver películas de guerra y de montar batallitas en la alfombra de mi casa con soldados de escala 1/72, muñecos de Star Wars o Playmobils y todavía no he matado a nadie. Me cago en el odio a los juguetes bélicos. De chaval también tuve un trabuco piratesco de dos cañones y repito que aún no he matado a nadie. La única etapa pacifista de mi vida la sufrí cuando estuve en el servicio militar. Y aun entonces estaba haciendo abdominales como una foca moribunda y me prometía a mí mismo hincharme a ver películas de guerra cuando saliera de allí. Así que a mamarla por ahí. Me gustan éstas cosas. Me gusta la historia y si el ser humano es una escoria repugnante y el 75 por ciento de su historia está formada por conflictos bélicos no es culpa mía. No te jode. Luego cayó ésto:

Sí amigos, Aventura en el centro de la Tierra del amigo Edgar Rice Burroughs, o lo que viene siendo Pellucidar. El prota y su colega científico se meten en una máquina tuneladora y se bajan al centro de la tierra a conocer jamonas vestidas con piel de conejo. Chispa más o menos va de eso, que aún no me la he leído. La portada tiene su aquél porque más que una aventura en el centro de la tierra parece una aventura en un burdel sadomasoquista. Ea, toma, ponte las cadenas que te echamos encima a tres jamonas ligeritas de ropa. Estoy deseando tener tiempo para hincarle las córneas. 
Luego me topé con éste:


Vale, no es un libro, es un cómic, pero para mí tienen el mismo valor, si no más. Gracias a su captura ya tengo toda la etapa escrita por Goscinny y dibujada por Uderzo. Vamos, el Astérix (y Obélix) bueno, bueno. El más mejor. Luego ya Uderzo, aunque es un gran dibujante no le llega a Goscinny a la suela del zapato como guionista y salvo un par de títulos la verdad es que si completo la colección de Astérix cuando cumpla los 110 años pues tampoco me importa, eso suponiendo que llegue. 
Luego me saltó a la cara cual Facehugger éste:

La novela en la que se basa la película Soylent Green, conocida en España como Cuando el destino nos alcance. La verdad, no sé si es peor que traduzcan las películas o no. Hay cada poeta suelto por ahí que vaya tela. Total, que tenía ganas de echarle las urpas encima para ver lo que cambia con respecto a la película, porque algo cambia seguro. Eso sí, cuando la lea no podré evitar imaginarme al protagonista con el gepeto del amigo Charlton Heston.
Luego le eché un vistazo a éste de aquí abajo:

Ilustraciones sobre las indumentarias y armas de los guerreros humanos desde el 3000 antes de Cristo hasta el 1700 después de Cristo. Ahí es nada. Indispensable para dibujantes, ilustradores, modelistas y en general cualquier persona mínimamente interesada en la historia o en saber si los aguerridos guerreros asirios vestían falda o pantalón. Es el que me costó más caro pero merece mucho la pena. 
Por último, ya cuando salía otro libro saltó a mi regazo pidiendo auxilio y refugio diplomático en mi antro friki éste de abajo:

Juro por Crom y Odín que el día menos pensado me pillo cuatro dados y me pongo a leer un libro-juego de éstos. A ver cómo termina la cosa. ¿Quieren saber un truco? Hagan siempre lo correcto. Si les dan a elegir entre defender a una pobre vieja del ataque de ocho orcos borrachos o huir con la nieta de la misma que está de buen ver... elijan defender a la vieja. Como vayan de chungos en éstos libro-juegos no durarán mucho y su aventura terminará entre terribles sufrimientos como decía el amigo Antonio Recio. Si por el contrario van de guays panfilistas es posible que duren un poco más. En la saca también viajaron varios números del Capitán América, uno de ellos, el número 30 con el que completo la saga del mundo de Zola y que era incapaz de encontrar en ninguna tienda. Así que se podrán imaginar que salí bastante contento del sitio. 
Si es que la gente no lee porque no le sale del níspero...

martes, 20 de diciembre de 2016

Panfilismo Playmobil


¡Qué mundo éste! Qué absurdo es a veces. Menos mal que por lo menos sirve para echarse unas risas. Verán, aquejado por mi recientemente contraído virus Playmobil se me ocurrió acercarme a un quiosco a ver si había algo curioso del tema. Me topé con una revista para chavalucos que vale sólo 4 pavos y que además trae un click, astronauta en éste caso. Caray, pensé, más barato que la colección ésa de historia en la que te clavan casi nueve lereles. 




Total que piqué con el invento y el astronauta se vino a casa. Y nada de guardarlo en plan coleccionista sensato. Yo no he sido sensato en mi vida y más que coleccionista me estoy dando cuenta últimamente de que soy acaparador. Me hizo gracia que el amigo astronauta no trae una mortífera pistola láser sino un pacífico "alicate espacial". Luego dentro de la revista para chavalucos, en la que aprovechan, claro está para viciar a los chavales y no tan chavales con sus productos, venía un anuncio de la siguiente entrega, una entrega especial (que me pienso comprar porque está muy bien en cuanto a precio y calidad) en la que viene un león, un esqueleto de algo que se ha comido el león (casi le imagino eructando) y un aguerrido cazador, guardabosques o alguna mierda parecida. Lo jachondo es que el amigo cazador trae (además de un transmisor y una serpiente que a todas luces está sobando) una "escopeta traquilizante". 


Hombre cuando te apuntan con una escopeta te tranquilizas echando hostias, no te jode. Vamos que el astronauta trae un pacífico "alicate espacial" y el cazador una "escopeta traquilizante". Por favor, no vaya a ser que algún padre panfilista concienciado se indigne porque le ha comprado a su hijo un muñeco que lleva una escopeta normal y corriente. De las que no son pacíficas. De las que tranquilizan ya para toda la eternidad por medio de la famosa posta lobera. De las de toda la vida. De Puerto Hurraco y tal. Ah, ¡qué mundo más gilipollas! Y mientras tanto Aníbal, a las puertas con el cuchillo curvo entre los dientes, descojonao de la risa y soñando con lo que va a saquear, violar, matar y defenestrar en cuanto pase de la puerta. Que esa es otra, Playmobil no tiene una línea bélica por su posición ética y moral ante las guerras (los Airgamboys sí la tenían, con dos cojones). Vale, me lo trago, pero ¿acaso los vikingos no mataban y violaban? ¿acaso los piratas eran miembros de una ONG que iban por el mundo pidiéndole por favor a los barcos, mayormente españoles, que les cedieran sus cofres llenos de oro para obras benéficas (putas y ron, mayormente)? Y en la época medieval los conflictos se resolvían con batallas de insultos, como decía Gila. Ah, pero qué moñas somos a veces, pero qué moñas...
Por cierto el pacífico astronauta de la revista se ha convertido en un sanguinario cosmonauta que lleva una espada. Se la he puesto yo, que me sobraba. ¿Un astronauta con espada? dirán ustedes. Léanse La guerra interminable de Joe Haldeman y luego me comentan...






lunes, 19 de diciembre de 2016

Las amargas heces de la Marvel actual


Siempre he tenido grandes problemas para elegir entre Marvel y DC. Bueno y entre Marvel y Dark Horse, y entre Marvel e Image... bueno ustedes me entienden. Al final cualquier editorial puede tener colecciones curiosas en su haber. Sin embargo últimamente dicha elección, sobre todo la primera que he citado se me antoja mucho más fácil. De un tiempo a esta parte vengo detectando en Marvel un afán panfletario, un interés torticero en educar cavernícolas y unas ganas inmensas de ir por ahí comiéndole el tarro a sus lectores. Vamos que me da la impresión de que se están convirtiendo en una puta secta. Puede que ésta reflexión sea un error por mi parte. Puede que me equivoque, no se lo niego. Pero me sigue dando esa impresión. Tanto cambiar los personajes, tanto ciscarse en la historia de la compañía, tanto afán de innovar más allá de lo recomendable está empezando a tocarme las narices. La verdad es que de las colecciones actuales sólo compro Old Man Logan, La extraordinaria Patrulla X y El Doctor Extraño. Son las únicas series mensuales que aun compro. Otras han ido quedando por el camino. De vez en cuando pico con algunas y me leo dos o tres números seguidos, en plan, a ver cómo va el Capitán América. Bueno, ¡cáspita! veo que el capi se desnuda de cintura para arriba, se pinta una calavera de Hydra en el pecho y se pone de rodillas ante Cráneo Rojo. Hombre, si todavía hubiera sido Madame Hydra lo hubiera entendido, ¿pero el cabronazo de Cráneo Rojo? El cavernícola que llevo dentro se acuerda de los cómics que leía de chaval y comienza a escupir sapos y culebras. Luego vendrá algún ultramarvelita bilioso me llamará reaccionario, poco conocedor del mundo de los cómics o descerebrado, pero qué quieren que les diga, llevo leyendo (y coleccionando) cómics desde éste número de aquí abajo...


Leerlos, los leía de mucho antes, porque recuerdo con mucho cariño una caja de cartón que me pasó mi hermano llena hasta los topes de tebeos Marvel de Vértice. Cómics en los que conocí a Spiderman, Los Cuatro Fantásticos, el Doctor Muerte y Namor, La Visión, Pantera Negra, Los Vengadores, Los Invasores... así que se pueden ustedes hacer una idea del tiempo que llevo leyendo cómics de Marvel. Otro día les contaré cómo usé un muñeco de Boba Fett vestido con la capa jedi de Luke para convertirlo en el Dr. Muerte que se pega con Cráneo Rojo en la superficie de la luna, pelea que aparece en éste cómic de aquí abajo...


 Sé perfectamente cómo funciona el mundo de los cómics. Cambiamos ésto y aquello, tú como lector te sorprendes, picas, lo compras y les das pasta. Luego vuelven a los orígenes, y tú como lector, te sorprendes, picas, lo compras y les das pasta. Es un ciclo. Pero ésta vez me huelo que no se trata de un ciclo, por lo menos en Marvel.
Francamente, lo de ahora no lo había visto jamás, ni siquiera en la época oscura de los noventa. Esta actitud rayana en el suicidio, esta forma masoquista de tratar a sus propios personajes, de abusar de ellos para soltar soflamas... pues qué quieren que les diga, como lector veterano no me gusta un pelo, de hecho me molesta bastante. Del triunvirato (o trinidad) de Marvel (Capitán América, Thor e Iron Man) ya sólo queda intacto el amigo Tony Stark, y no por mucho tiempo me huelo. Y con intacto estoy siendo bastante benévolo porque en muchas frases de los personajes le ponen de capullo, ricacho blanco, creído y gilipollas. El capi ya sabemos por dónde se anda, es un puto nazi y Thor es ahora una mujer. Ahora los ultramarvelitas talibanes me llamarán machista. No me molesta que ahora Thor sea una tía. Lo que me molesta de verdad de la serie es que Thor sea una mujer que se está muriendo de cáncer. Tengo familiares que han muerto de cáncer y no me hace ni puta gracia ver a la pobre Jane Foster sin pelo y pasándolas putas. 




Es un puto tebeo joder, lo compro para pasar el rato y divertirme. Si quisiera leer algo profundo, triste y sesudo me pillaría un libro de Kafka, de Proust o similar. El malpensado que hay en mí cree que los que hacen ése cómic no han pasado por lo que yo, no han tenido que comerse horas, días, semanas y meses yendo a un hospital a ver la parte más oscura de la vida. No, sé quizá me equivoque y han pasado por ello y su forma de combatirlo es escribir o dibujar ése cómic. No lo sé. Lo que sí se es que mi forma de combatir esa puta enfermedad no es regodearme en ella como un cerdo en un lodazal. Y desde luego no concibo que pueda ser un recurso argumental viable y decente. Por lo menos para mí. Por eso abandoné la serie, no porque Thor sea una mujer.
Ahora los talibanes marvelitas pesebreros podrán llamarme racista. El Nick Furia de ahora no es Nick Furia. Por lo menos para mí. Es Samuel L. Furia. Mi Nick Furia es el que conocí de niño, el que había combatido en la Segunda Guerra Mundial, luego se había metido en la CIA y posteriormente en SHIELD. Y me da igual que el nuevo tenga la piel más oscura, marrón, azul, amarilla o de color fosforito. Simplemente no es él. 




Y encima van y convierten al original en un villano de tres al cuarto. Penoso. Por no hablar de lo que han hecho con la Primera Familia de Marvel. Los Cuatro Fantásticos. Pilar indispensable del maravilloso universo creado por Stan Lee y Jack Kirby. Perdidos algunos de ellos, prostituidos en colecciones otros, es lo más significativo de todo, lo que más describe el caótico estado en el que está la editorial. 




¿Cómo puede ser que sigan sin colección? ¿Porque han hecho una peli que no era tan floja como se ha dicho? ¿Porque Johnny Storm era afroamericano? (¿Quién es ahora el racista?, por cierto) ¿Es para joder a los de Fox que fueron lo bastante listos para hacerse con los derechos del universo Mutante, un subuniverso inscrito dentro del Universo Marvel? ¿Es justo que ahora Marvel se queje cuando hace años la pasta que pagó Fox por los derechos les salvó el culo de la bancarrota o de terminar siendo propiedad de Todd McFarlane? ¿Están los de los cómics intentando llamar la atención de los de la división cinematográfica cual niño malcriado y llorón? Lo que sí se es que como lector veterano me jode y mucho que no se publique una colección de Los Cuatro Fantásticos. Puede que el problema sea mío y sólo mío. Puede que sean mis neuras de viejuno. Pero la sensación que me da es que Marvel ya no respeta a sus personajes y muchísimo menos a los viejos lectores. En varias ocasiones he pensado dejar de comprar tebeos de Marvel. Dejar las tres colecciones que aún sigo y por supuesto no picar esporádicamente con otras. Pasar de las ediciones clásicas, total me faltan cuatro cositas. Abandonar definitivamente el Universo con el que tanto he disfrutado se me hace difícil pero cada día que pasa lo voy viendo más cercano. Llegará un momento no muy lejano en que cerraré mi colección de Marvel y me dedicaré a releer todo el material que tengo. Y seguiré comprando cómics de otras editoriales, gracias a Crom, el Universo de Marvel no es el único que existe. Ni fue el primero tampoco. Y ellos que sigan con sus mítines concentrados en viñetas, sus soflamas panfletarias y su afán por llevarnos a todos de las orejas hasta el país fantástico de los unicornios y las hadas... para mí que los unicornios y las hadas son en realidad ratas y patos... Sobre todo ratas...


viernes, 16 de diciembre de 2016

Hombres sintéticos de Marte. ¡Que vivan los cheposos forzudos maltratados!


Los hombres sintéticos de Marte no son un grupo de música tecno, sino probablemente la novela que más me gusta de la serie protagonizada por John Carter y escrita por el padre de Tarzán, Edgar Rice Burroughs. Bueno el padre de Tarzán era Lord Greystoke, pero ustedes me entienden (espero). 




Lo bueno de la novela es que el verdadero protagonista es Vor Daj, uno de los guardias de John Carter al que un científico loco le quita el cerebro y lo meten en el cuerpo sintético de un cheposo forzudo. He de confesar que me la leí hace un porrón de tiempo. La edición que tengo es en inglés y la compré en La casa del libro, de aquellos tiempos antediluvianos en los que uno podía ir a dicha librería y comprar libros de ciencia ficción en inglés con todo el gusto del mundo. Luego cambiaron de sitio la ubicación de los mismos y comenzaron a traer menos material. Hace mucho que no me paso, tengo que ir un día a ver qué es lo que tienen. 





Lo que me gustó es que el prota se pasa casi toda la novela metido en el cuerpo de un cheposo forzudo, prácticamente una aberración. 
Como al amigo Edgar le gustaba meter intrigas romántico-festivas el prota se enamora de una jamona, una tal Janai de Amhor. Al final claro está le vuelven a meter el cerebro en su cuerpo de musculitos marcianos y puede casarse con la interfecta. Todo bien, final feliz y todos los pánfilos bienpensantes tan contentos. Vamos que el amigo Edgar la caga como hicieron en Shrek.




Ah, qué pena, el tal Vor Daj tendría que haberse quedado en el cuerpo del cheposo forzudo y aun así haberse ligado a la jamona. A ver, que ustedes recuerden ¿cuantas novelas de fantasía, espada y brujería o ciencia ficción están protagonizadas por un cheposo forzudo. Pocas por no decir ninguna. Bueno está el amigo Efialtes de 300 pero no es precisamente el protagonista, la verdad es el pobre le han puesto un papelón de aupa. 


Toma, como eres cheposo, deforme y prácticamente una aberración el papel de Judas traidor para tí. La verdad es que cuando vi 300 o leí el cómic de Miller eché de menos que Efialtes hubiera tenido un papel algo más heroico. Algo que sí existía en la Marvel antigua... los monstruos que se comportaban como héroes... empezando por el amigo Ben Grimm...


Tranqui Efialtes, al fin y al cabo ¿de dónde te han echado? De un grupo de strippers masculinos que presumen de soldados pero cuyos niveles de aceite merman día a día y que son tan gilipollas de presentarse en una riña con espadas sin llevar coraza. Una panda de mongers en calzoncillos es lo que son...
No sé, me caen bien los monstruos a los que echan a patadas de un sitio. Pues eso, que hacen falta más historias protagonizadas por cheposos forzudos... aunque sean sintéticos...









jueves, 15 de diciembre de 2016

Aluvión de frikimágenes para celebrar el retorno del Telly

Ah, y como llevo más de un año sin publicar nada ahí les dejo unas imágenes para que disfruten sus córneas de frikis irredentos. ¿Que por qué he tardado tanto? El jodío tuiter ése, definido por algunos como la intranet de un manicomio... y que soy un poco vago, para qué nos vamos a engañar, no toda la culpa la va a tener el pollito azul... pollito.... la que has liao...






 Bueno, espero que les haya gustado el popurrí de imágenes, sacadas directamente del barrio friki bajuno que tengo en mi cerebro... ah se me olvidaban las jamonas... ahí van...




Ea, ¡a disfrutar que la vida son dos días!

¡¡El terrible virus Playmobil!! (o Famobil si son ustedes viejunos)

Hola amigos, vuelvo de nuevo a darles la matraca, ésta vez con una noticia de alcance... bueno en realidad es otra de mis gilipolleces de friki. Verán estaba yo un día paseando por una feria de juguetes antiguos, esos antros de iniquidad y pecado por los que yo me muevo habitualmente y comprando cositas como éstas...


G.I. Joes de ésos... síp, el del centro lleva un hacha de los Madelman... pero le queda bien ¿eh? Total que andaba yo incauto llenando mi mochila negra de maravillas como éstas de arriba y éstas de aquí abajo...


La "afoto" es espantosa, ya lo sé, pero para que vean el tipo de material que me estaba echando a la saca. Total que de pronto en uno de los puestos veo ésto: 



¡Piratas viejunos de Playmobil! ¡Y baratos! Y así es como contraje el virus de Playmobil/Famobil. Esos jodíos enanos eran iguales a los que yo usaba de chavaluco. Bueno, más el de abajo que el de los pinreles al aire y el garfio, garfio que por cierto no tuve por menos que pintar con Boltgun Metal de Citadel. Total que ahora ando por ahí en mis cazas frikis abandonando completamente mi dedicación a la escala 1/18 y babeando ante cosas como ésta:


¿Es grave lo mío doctor?