jueves, 1 de febrero de 2018

Marchando una ración de miniaturas

A las buenas, ésta semana les traigo una ración de miniaturas residentes del Tellyantro. Las primeras, no sé si se acordarán son unas que compré en un viaje a Italia de la marca Citadel y dedicadas al Campeón Eterno imaginado por Michael Moorcock. En un post anterior les comenté que faltaban algunas de la caja que estaban defectuosas. Bueno pues ya he arreglado dos de ellas y aquí se las traigo. Son Moonglum, el compañero de aventuras de Elric de Melniboné y Erekosë, el Campeón Eterno en persona.




El primero tenía la espada recta rota. Se me ocurrió enseñarle las miniaturas a un colega y al muy zarpas no se le ocurrió otra cosa que tirar del pobre Moonglum para sacarlo de la matriz. A él le tenían que haber sacado con igual brutalidad del vientre de su madre. Total que el resultado fue que rompió la espada recta que traía el amigo Mooglum de fábrica. El pobre se ha tirado con una espada rota en la mano izquierda hasta que le robé una bayoneta a un playmobil, la corté y se la pegué a él. Parece que da el pego, digo yo. Erekosë también tenía problemas con la espada, pero ésa fue culpa mía, he de reconocer. Para sustituirla he utilizado un clavo muy raro con la base plana que me encontré en la calle.


Está mal que yo lo diga, pero no han quedado del todo mal. Los avispados se habrán dado cuenta de que las bases son muy raras. También perdieron el rectángulo que traían pegado a los pies para insertarlos en las típicas bases negras de Citadel que tienen un agujero rectangular donde encajarlas. Como no tenía les recorté el rectángulo de plomo y los he pegado a los dos en sendas monedas de cobre, no recuerdo si de 2 o de 5 céntimos. Siempre que veo una tirada en la calle, incluso si son de 1 céntimo me agacho a pillarla. ¡Qué rata el Telly!, dirán ustedes. Pues sí, Skaven total y a mucha honra. Luego me sirven para éstas cosas y además tengo miedo de que el dios del dinero me corte el chorro. ¡Que chorrada!
Bueno también les hablé en otro post de unos soldados tipo dunkin más grandes que los de 1/72 y que heredé de mi hermano. Aquí se los traigo pintados y con sus bases cobrizas.



He de reconocer que lo de pintar camuflaje se me da como el puto culo, la verdad. De chaval me lo pasé muy bien con éstos dos pájaros. El de la derecha tenía una escopeta de cañon largo pero yo se la recorté porque donde esté una "recortá" que se quite lo demás. Las escalas no deben de ser las mismas porque si el que está de rodillas se levanta le saca una cabeza al de la escopeta pero de largo. También les he traído otra miniatura más o menos del mismo tamaño esta vez de Supermán.


Tiene las paticas de alambre para seguir con el estilo Bruce Timm de animación. Creo que es de la serie de animación de la Liga de la justicia y tenía un gancho con una cuerda clavado en el cráneo. Naturalmente se lo recorté y le quité la calva resultante con una buena mano de pintura. Debía de ser un adorno para teléfono móvil y algo así y creo que lo regalaban con unos bollitos de ésos industriales que te taponan las arterias. Lo más mejor para la salud  vamos. Si éste lo hubiera pillado de chaval habría disfrutado como un cochino en un lodazal porque además de estar volando tiene el brazo extendido y con el puño cerrado para ir por ahí dando hostias como panes, lo habitual en el Hombre de acero. Aquí abajo les dejo un espeluznante documento gráfico de su reyerta con otra miniatura de Ulik el troll... No vean lo que me costó separarles...


Kal-El debía de ir borracho porque va volando boca arriba... Por último también les dejo un robot Cráneo rojo que me saqué de la manga reutilizando una rodillera cráneo de una figura Hasbro de Marvel Universe de Kraven el cazador que usé como base para mi custom de Conan el cimerio. Para el cuerpo utilicé una figura de alguna colección de figuras de fantasía heroica, no recuerdo ahora mismo cuál, lo que sí recuerdo es que tengo como tres o cuatro...




Éste robot de Cráneo rojo podría ser también un Dreadnought de ésos que usan en Warhammer 40.000 o un Durmiente de esos que el amigo Cráneo iba sembrando por ahí cual legumbres, no sé. ¿Que dónde fue a parar la otra rodillera? Pues a un panzer de escala 1/72 que les enseñaré en otra ocasión... Ea, hasta otra, espero que les haya gustado...














 

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