viernes, 8 de mayo de 2020

Ilustraciones mutiladas en las portadas de los libros...

Buenas, estaba pensando poner en Twitter el sexto libro que me he leído durante el confinamiento, Sidi de Arturo Pérez-Reverte y la verdad es que me ha dado una idea para un post en el blog. Vamos a ver, el libro trae una sobrecubierta muy fea, la verdad, y luego en la cubierta de verdad una gran ilustración de Augusto Ferrer-Dalmau titulada La despedida que ya no es tan fea. De hecho está muy bien y no sé porqué no la han utilizado para la sobrecubierta también. Aquí abajo se las dejo para que juzguen ustedes mismos.





Cosas de diseñadores. Diseñadores que parecen tenerle una tirria especial a las ilustraciones circunstancia que no se da en otros mercados. El conspiranoico que llevo dentro piensa que es algo hecho a posta para alejar al pueblo de los libros. Cuanto más pedantes, culturetas y gafapastas sean las portadas menos se acercará la gente a ellas. Y de esa manera el pueblo será un pueblo inculto, orgulloso de no haberse leído un libro en su puta vida y encima capaz de alardear de ello. Será por tanto un pueblo sin ninguna capacidad de distinguir la mentira de la verdad, sin capacidad de crítica o un mínimo raciocinio. Un pueblo manejable siempre y cuando estén los bares abiertos y cada semana 22 tipos en calzoncillos le arreen patadas a un balón. Llevo años amontonando libros en casa y leyéndomelos. Y durante todo ese tiempo sólo he visto portadas feas en las ediciones españolas y portadas magníficas en ediciones extranjeras, mayormente en inglés que es el idioma que controlo lo suficiente para leer. Recuerdo una de Los pretorianos de Jean Larteguy. Aquí abajo se la pongo para que flipen en colores. 




Sí, amigos, es un puto coronavirus. Un coronavirus en la portada de un libro que va de unos tipos que han combatido en Indochina y luego tienen que hacerlo en Argelia. Para alucinar, la verdad. Luego podrían reciclarla en un libro de ciencia-ficción, género que se ha llevado todas las leches en cuanto a portadas. Abstracto es poco para describirlo. Algunas son de juzgado de guardia galáctico. Con lo fácil que es poner una ilustración decente de una nave espacial o un jodido astronauta. Pues no, aquí somos siempre los más cultos. Vamos a ver dos ejemplos de Lucky Starr y los Océanos de Venus de Isaac Asimov.




Minimalismo juvenil a tope en el primero (parece un libro para colorear) y en el segundo, el de aquí abajo, pues como es de océanos vamos y ponemos un yate... con dos cojones, sí señor... Me pregunto cómo respira el señor patrón de yate... sin casco ni nada... en Venus...



Y ahora los ejemplos de fuera. Ahí les dejo dos portadas.





No hay color, la verdad. Y encima me da a mí que los ilustradores de éstas dos últimas por lo menos se han leído el libro. En fin.
Luego, cuando tienen que hacer la portada de un libro sobre el Western pues ponen una vaca muerta en la portada y marchando. Y si ponen ilustraciones, como en la serie del fusilero Sharpe, son ilustraciones antiguas, para darle más empaque y tal y reducidas todo lo posible para no llamar demasiado la atención, no vaya a ser que pase un fan de las guerras napoleónicas, la vea y se le antoje leer el libro. Quizá lo hacen para no pagarle al ilustrador, que lleva muerto como 100 o 200 años, quién sabe. Ya está otra vez por aquí el conspiranoico. ¡Vade Retro Mulder!





 Bien, pues aquí les dejo dos ejemplos de las portadas de algunos ediciones extranjeras del amigo Sharpe... para comparar y tal...




Otra práctica habitual es difuminar las ilustraciones con un tono bicolor como en Las aventuras del sargento Lamb de Robert Graves que les dejo aquí abajo... 




 ¿Se ve ésta portada de lejos? Quizá un Terminator la vea... o quizá Ojo de Halcón... pero el resto de los mortales sólo ve un manchurrón pardo rojizo. Aquí abajo les dejo unas pocas portadas extranjeras más en las que han hecho un uso magnífico de las ilustraciones como Crom manda, sin mutilarlas, vamos... 












Bueno, la verdad es que de vez en cuando ha habido editoriales españolas que sí han puesto las ilustraciones sin ningún tipo de complejos y las cosas van poco a poco mejorando. 











Esperemos que poco a poco las ilustraciones vayan triunfando y venciendo ése odio que les han tenido siempre en la portada de un libro español...


 

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