lunes, 2 de noviembre de 2020

La leyenda de Tarzán... el moñas de Tarzán, más bien...

Bueno, amigos y amigas, ya estoy por aquí dando la turra de nuevo. A despotricar se ha dicho. Ayer estuve viendo La leyenda de Tarzán (2016) de David Yates. Si no han visto la película y no se la quieren destripar a partir de aquí habitan los malvados Spoilers. He de decir que al principio parecía que iba bien la cosa, por lo menos no me sacaban un Tarzán con problemas de dicción y medio gilipollas como hacen siempre: "Yo Tarzán, tú Chita" y cosas de ésas. Pero luego la cosa empezó a degenerar. A ver, primer problema, si no recuerdo mal, la película transcurre en 1889 con un pequeño prólogo en 1885... Pues bien, según el primer libro de Tarzán, el padre y la madre de Tarzán, salen de viaje para África en 1888, así que en la película Tarzán debería tener un año. Vale, son licencias. Vale, los guionistas son muy listos y han puesto ése año como homenaje. O también para aprovechar el rollo ése del rey Leopoldo de Bélgica y las burradas que hizo en el Congo el buen señor. Pero vamos, éso no es nada. Luego tenemos un Tarzán que va por ahí sin cuchillo. Hay un flashback en el que supuestamente salva a Jane de ser golpeada por Kerchak, (supongo que será Kerchak, aunque no se le menciona) y se lleva él todas las hostias del mangani. Bien, pues en la novela Tarzán se carga a Kerchak usando el cuchillo de su padre que encuentra en la antigua cabaña del árbol. Aquí no, aquí se lleva una somanta de hostias de aquí te espero Mari Pili y se lo llevan a cuidar por la tribu en la que vive Jane. La muerte de Kerchak es uno de los hitos del personaje y se ha representado en muchas ilustraciones. Es gracias al cuchillo de su padre por lo que puede vencer al gorila mucho más fuerte que él. Pues nada, nos lo cargamos, que un tipo apuñalando a un gorila no es políticamente correcto. Queda muy feo y tal. Aquí les dejo una ilustración de Corben que sirve de portada a un gran libro sobre los trabajos literarios del amigo Edgar Rice Burroughs.
y otras pocas ilustraciones con el evento en concreto, gracias al cual Tarzán se hace jefe de la tribu de monos, por cierto.
Que esa es otra... resulta que Tarzán tiene un hermano simio que se llama Akut y que es el jefe de la tribu en su lugar. En la novela Kala, la madre simia de Tarzán lo adopta porque su hijo de verdad se ha muerto por culpa de un cabreo de Kerchak y al entrar en la casa de los Clayton se lleva al humano y deja al pobre monillo muerto en la cuna. Pues aquí no. ¡Qué triste ésa historia! ¿No? Nada, nada de monos muertos. Aquí Tarzán tiene un brother y punto. Así que tenemos un Tarzán que va por ahí en leggins victorianos, nada de taparrabos, nada de cuchillo y por supuesto nada del arsenal que lleva en las novelas. A ver si me acuerdo bien, lleva una soga para ahorcar nativos desde lo alto de los árboles (uno de sus hobbys), una lanza, el cuchillo de su padre, un arco y un carcaj de flechas. Vamos, que el tío va armado hasta los dientes. Pues el de la peli nada de nada. Bueno, sí, pilla un hueso de pollo viudo cuando va corriendo por ahí y andando. Luego tenemos al amigo Samuel L. Furia metido a compañero del héroe. Me pregunto si le va a invitar a unirse a la Iniciativa Vengadores. Bueno aquí soy injusto, el papel del amigo Jackson no está del todo mal y no es lo peor de la película.
El villano tampoco está del todo mal. Lo interpreta el amigo Hans Landa, perdón, Cristoph Waltz y lo retratan como un malvado burócrata que lleva un peligroso... rosario. Sí amigos, qué malvada y maligna es la religión ¿verdad? A ver, que yo tampoco soy de misa diaria, de hecho hace varios años que no piso una iglesia pero me llama la atención. El villano siempre es blanco, fanático del orden, religioso, europeo, pulcro y aseado, educado... vamos, ustedes me entienden, otra vez el síndrome del "villano Bond".
Luego como gran villano africano tenemos al amigo Djimon Hounsou que interpreta al jefe Mbonga de Opar. Amos a ver, en Opar la jefa era una tía jamona, La, reina y sacerdotisa del lugar. No he puesto mal la coma, la tía se llama La. Un nombre corto donde los haya. El resto de habitantes de Opar son una panda de hombres prehistóricos que le siguen el juego a la tal La. Pues en la peli tenemos al jefe Mbonga, una extraña mezcla de Pantera Negra y Tina Turner y a sus muchachos que se pintan de blanco, no sé si porque son seguidores de Inmortal Joe y quieren ver el Valhalla o porque les gusta mucho Michael Jackson. Aquí les dejo una foto del pobre Mbonga y sus cuates.
Otra marca de fábrica de la película, el coitus interruptus. En cualquier película Tarzán acabaría cargándose a éste señor. Pues no, aquí quedan a pachas. En empate. Y discutiendo sobre el honor y tal. No sé porqué Lord Clayton no le invitó a tomar el té con pastas, la verdad. Ah, no, que éso sólo lo hacen los villanos. Los héroes van por ahí con los leggins pegando saltos por la selva. Y llegamos al gran coitus interruptus de la película, el final. Un final sospechosamente parecido al de Avatar (2009) de James Cameron. Sí, esa peli de alienígenas ecologistas con pinta de pitufos gatunos y que a mí me dio una grima que te cagas. Eso de la orgía que se montan en la tribu, todos engachándose por las coletas... ugh, puagh. Total que ahí, el héroe, traidor a su raza para más señas, levanta a todos los bichos del planeta y los manda contra los malignos invasores humanos que están allí para hacer dinero, no como él que se ha empapado de las costumbres autóctonas y se ha hecho nativo. En sí, la idea de que tenga que venir un humano a liderar a los alienígenas no deja de soltar un ligero tufillo racista. ¿Que pasa? ¿que ningún jefe nativo de ésos pitufos gatunos podía liderarlos contra los humanos? Pues no, no podían con ellos hasta que llegó un humano que es el que vale. Así que tanta moñada con el medio ambiente, la ecología, la bondad de los nativos y las maripositas y al final el tufillo racista se escapa por las rendijas. Y aquí con el amigo Tarzán pasa igual. Los de África están de comparsas, para saludar al final desde la montaña a los barcos. El que lo hace todo es Tarzán, que significa si no recuerdo mal "piel blanca". Monta una estampida de ñus y consigue expulsar a los malvados belgas del Congo. Toma ya ucronía, menuda la liaron los belgas en el Congo. ¿Y como mata al maligno burócrata? Pues él en realidad no lo mata, imita la llamada de apareamiento de los cocodrilos y van tres o cuatro y se lo comen. Que digo yo que los cocodrilos tienen las llamadas un poco trastocadas, del apareamiento al alimento va un mundo amigos. Así que al final, no hay batalla entre todas las tribus reunidas Geyper de África y los malvados mercenarios (blancos) y soldados belgas. Venga, con una estampida de ñus vas que te matas. Que digo yo, ¿nadie piensa en los ñus? Esos pobres ñus sirviendo de carne de cañón para el explotador Tarzán. Hay incluso una escena en que se les ve caer al agua. ¿Nadie piensa en los ñus? Ñu lives matter, joder... ¿Ven? Tanto buenismo y tanta polla y al final siempre paga el pato alguien. Al final para leyenda de Tarzán ya está Margot Robbie, cuyo papel tiene sus cosas chuscas también, por ejemplo en Europa se le mueren los niños pero los puede tener en el África sin problemas... Será por el aire o algo... Aquí les dejo unas fotillos de la verdadera leyenda de Tarzán...
Bueno, pues eso, tenemos un Tarzán descafeinado, que se frota con los leones en lugar meterles tres mojadas que es lo que hace el Tarzán de verdad, el "güeno", "güeno", bueno menos a Jad-bal-ja, el León de Oro que es su colega. Esa es la diferencia entre la película ésta que se han sacado del venenoso Jolibud y la leyenda de Tarzán de verdad, diferencia que se puede ver en éstas dos fotos. En la primera el Tarzán de toda la vida de Crom y en la segunda el descafeinado que tenemos hoy en día...
Y así estamos amigos y amigas. Han convertido a Tarzán en una especie de Aquaman terrestre que puede dominar telepáticamente a los animales. Si quieren ustedes ver una película cojonuda de Tarzán de los monos cojan un libro y pónganse a leer... y la película tendrán que imaginársela... Al final, es lo mejor...

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