martes, 22 de julio de 2014

El libro de la semana: El imperio de la violencia.

Bueno, otro librito que ha caído. Con tantos abandonos ya pensaba que iba a terminar leyendo sólo cómics. El imperio de la violencia. Nah, no es el imperio de Darth Vader, ni el del Trono Dorado. Es un imperio aún más salvaje. Menuda panda de bestias que salen en éste libro. Empezando por los hermanos Harpe (o primos, que tampoco está muy claro) insignes inventores de una de las primeras técnicas para desembarazarse de cadáveres. Consistente en cortar el estómago de la víctima, sacarle las tripas y llenar el hueco de piedras para luego tirarlo al río. Como lo leen. Lo malo no es que utilizaran éste salvaje método en varias ocasiones, lo malo es que otros forajidos que vinieron tras ellos lo copiaron. Si lo hubieran patentado se habían hecho de oro. En fin, bromas macabras aparte el libro es muy interesante y no te habla sólo de los forajidos del Mississipi y sus fechorías. De vez en cuando mete otras anécdotas históricas de la zona, como el terremoto de Nuevo Madrid de 1811 en el que la tierra se movía creando incluso olas de tierra, la matanza de blancos llevada a cabo por el reverendo negro Nat Turner y sus muchachos, la matanza de blancos que se llevó a cabo en Haití, las penosas cirunstancias de los encarcelamientos en la época (una pena de cinco años de prisión podía significar lo mismo que una pena de muerte), las torturas a las que se sometía a los presos, la rama de asesinos con los que contaban los mormones, conocidos como Danitas... en fin, multitud de anécdotas curiosas.




Y luego está la historia de estas criaturitas retratadas sobre el mapa que tienen arriba. Mayormente los protagonistas del libro, los hermanos (o primos) Harpe, James Ford, William Fox, John Long, Samuel Mason o John Murrel, entre cuyos planes se incluía levantar en armas a todos los esclavos de Nueva Orleans para saquear las casas de los ricos aprovechando los tumultos de la revuelta. El tipo era el jefe de un numeroso grupo de malhechores conocido como el Clan Místico. Sí, es que el tipo era predicador o se hacía pasar por tal. Pero no todo van a ser villanos y salvajadas, también hay que destacar la historia de dos "bienhechores": Virgil A. Stewart, que sin quererlo acabó infiltrado en la banda de Murrel consiguiendo desbaratar sus planes sobre Nueva Orleans y Edward Bonney, detective aficionado que persiguió sin descanso a los salvajes asesinos del coronel Davemport. Así que ya saben, si les interesa la historia y lo ven barato, no lo duden...

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