martes, 1 de julio de 2014

Pedazo de disco de Alice Cooper


¿Ven como no se puede tirar nada a la basura? De pronto, escarbando en alguna estantería, buscando CDs de música para alegrarme la mañana me he topado con el amigo Alice Cooper.


Así que me he dicho, vamos a poner éste disquito que me compré hace siglos y sólo he puesto un par de veces. ¡La leche! Peazo de disco, sí señor. Lo cual demuestra que uno envejece y sus gustos cambian. La canción que más me gusta es una que se titula Thrill My Gorilla. Además, el último corte es de la banda sonora de la quinta parte de Viernes 13. Un tema dedicado a Jason Vorhees, vamos. Cuando lo compré en el Alcampo, perdón Carreful, hace ni se sabe, lo escuché un par de veces, no me hizo mucho chis y lo metí en animación suspendida en la estantería. Y ahora me parece un disco cojonudo ¿Qué les parece? Lo compré primero porque estaba a cuatro duros (perdón, leuros) y como ya tenía un disco de este señor, Trash, pos dije, ea vamos a ver cómo está Constrictor.


Me cansé de escuchar Trash cuando salió a finales de los ochenta. Era uno de los discos que más ponía junto con el No rest for the Wicked de Ozzy Osbourne,  mayormente para leer tebeos de superhéroes. Por aquellas fechas me lo compré en cinta, de cassete, no es que estuviera embarazado, aunque bien pensado la panza sí la tenía. Bueno, a lo que vengo, cuando perdí la cinta me lo compré en CD por un módico precio. Así que ya ven, no puede uno tirar las cosas, que luego te las encuentras por el antro y resulta que son mejores de lo que pensabas. Misterios de la mente humana. Ya sé, ya sé que comprar discos de música es algo obsoleto y pasado de moda. Me la suda, prefiero escarbar por las tiendas que bajarme un porrón de canciones que luego no escucho. Y además los discos tienen su caja, su carátula, muchos de ellos sus letras y fotos en el interior. Son algo físico, que se puede tocar, sobar y almacenar. Vamos que no hay color. Además está la emoción de la caza. La próxima vez que pase por una tienda de discos buscaré otro disco de Alice Cooper. Puede que lo escuche un par de veces y luego se tire en estasis (que no éxtasis) un par de años y luego lo escuche mucho. Quién sabe...

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